Cuba y su crisis

Luis Rojas N. La Habana Cuba, 3 de mayo de 2024

Nada extraordinario es afirmar que hoy la situación económica en Cuba es extremadamente compleja. Este es el adjetivo más común empleado por diversos sectores y actores de la vida política y económica del país. Sin tapujos se reconoce que en el plano económico existe una crisis en Cuba. El propósito contrarrevolucionario es llevarla a una crisis político institucional. Las cifras de la economía mostradas en el Informe a la Asamblea Nacional del Poder Popular, del desempeño económico del año 2023 y en sucesivos artículos aparecidos en Granma, confirman el diagnostico. (José Luis Rodríguez internet@granma.cu 13 de febrero de 2024).

Esta uniformidad ante el reconocimiento general del estado de crisis en que se vive, deja de ser tal, a la hora de señalar su profundidad, su extensión a otras áreas de la vida social y política, las causas de esta situación y principalmente a la hora de determinar las medidas para salir de ella, los caminos a transitar, y el trasfondo político que tienen en su conjunto los paquetes de medidas a aplicar de emergencia y en el mediano y largo plazo.  Sin lugar a dudas los asuntos técnicos económicos son la cara visible de cualquier grupo de medidas, de soluciones, de opiniones sobre esta crisis. En las más diversas propuestas dentro del país -desde fuera del gobierno-, necesariamente detrás de ellas existe, escondido entre tecnicismos, un sustrato político que determinan caminos o se asoma algún modelo distinto de sociedad. Como parte del mismo asunto, en las redes aparecen opiniones categóricas de irritados cubanos intelectuales acusando la ineptitud de las autoridades ante tal panorama. El momento es crucial.  O se readecua un socialismo aún por construir, renovado manteniendo sus esencias de justicia social, que es el espíritu de la Revolución, o se pavimentan senderos de retorno hacia un capitalismo de país subdesarrollado, que muchos cubanos comunes no conocen, ni les importa. Creen que es el de EEUU, o el que muestran las novelas. A no pocos he escuchado decir que cualquier cosa les da igual si se trata de salir de este drama cotidiano.

La cara más visible de las críticas a esta situación actual de propuestas antagónicas a las que, con demasiada cautela viene tomando la dirección del país, están en un grupo de connotados economistas del patio, algunos profesores universitarios, que con mayor o menor claridad hacen sus recomendaciones de cómo superar la crisis. En todas, unas más otras menos, apuntan a la pérdida o disminución de la injerencia del Estado en la economía, sin ser explícitos demandan un mayor fortalecimiento de la propiedad privada sobre la propiedad pública. Llaman a liberalizar el funcionamiento de la economía con políticas fiscales que estimulen y fortalezcan al sector privado, nacional y extranjero. Emplazan abriese al mundo y a la banca financiera internacional sin cortapisas, independiente a los costos. Ante probables consecuencias socialmente negativas de las medidas, prevalece el predominio rector del mercado sobre situaciones políticas o sociales que estas traigan aparejadas. Llaman a enajenar bienes nacionales como fuente de recursos ante la ausencia casi total de créditos externos, unido a una deuda externa impagable. No hay ni establecen límites en las propuestas mirando su ulterior desarrollo, no existen -o no los he encontrado-, algo como un programa político económico a largo plazo y saber hasta dónde quieren llegar. Las propuestas de estos economistas pueden ser el inicio de un camino. En general, coinciden en que el diseño económico actual, su estructura, las medidas y manejo de la economía nacional, son la esencia de las causas de la crisis. Por otro lado y al mismo tiempo, existen intelectuales críticos irritados, que sin tecnicismos, concentran sus descargas en la ineptitud de los decidores del gobierno y en las reales miserias cotidianas en que vive un sector importante de cubanos.   Todos reconocen los negativos efectos del bloqueo, aunque con un sesgo no menor: Este no sería la causa principal del drama que vive el país. Ergo, sin bloqueo andaríamos en las mismas. Para el más extremista entre ellos, el bloqueo es un asunto de coyunturas, y el sistema creado en Cuba -asegura- es un fracaso desde sus orígenes, sería un problema estructural durante estos 65 años. Ver:“La policrisis y el poder que invierte la relación entre política y economía”. Juan  Carlos Albizu-Campos Espiñeira https://horizontecubano.law.columbia.edu/. Para ver opiniones críticas, no técnicas, ver algunos articulistas en el Blog de Silvio Rodríguez.   (VER: Cuba y su crisis económica: ¿contrapunto entre gobierno y economistas? – Por Manuel David Orrio. https://www.nodal.am/ Para mayor detalle, buscar en la red los economistas que este articulista reseña.

Uno de los componentes del temas más atractivo y singular, es “El Toque”, oficina o sitio que empleando las redes fijas el precio del dólar para Cuba desde Miami, para esos críticos, este no es un engendro con claros fines políticos. Sería un instrumento técnico nacido de profesionales que trabajan con protocolos científicos. No hay explicaciones de su denodado trabajo, lo harían de buena gente que son. Aunque “estos profes”, no explican por qué en cada país en crisis, (y no son pocos) no existe un “Toque” en el país más cercano, que determine las políticas cambiarias del que está en crisis. Quizás en los últimos meses el dólar de El Toque experimentó una escalada de más del doble, un dólar llegó a valer 395 pesos cubanos. El cambio oficial es igual a 120 pesos por dólar. En estas últimas semanas, hasta el momento de redactar estas líneas, esta oficina financiada por las agencias de DDHH de los EEUU, de forma extraordinaria, ha provocado una caída abrupta del precio de este dólar paralelo que ordena todas las transacciones no oficiales ocurridas en la isla.  En los últimos días ha descendido más de 100 puntos. En este instante, 3 de mayo, su valor es de 280 pesos cubanos por dólar. Ver. Desafíos de una tasa de cambio «informal», Nuevo análisis revela impacto de la manipulación cambiaria en la economía nacional, generando distorsiones en los precios y el sistema financiero. AutorAntonio Rodríguez Salvador | internet@granma.cu  30 de mayo de 2024 22:05:18

¿Qué ha ocurrido en el mercado cubano que ha trastrocado de tal manera el cálculo científico de estos profesionales? El único dato conocido (al menos para un espectador y revolucionario común) es la reapertura de la entrada de remesas, dólares a Cuba, desde los EEUU. ¡Pero esto no tiene ni una semana de vigencia!  No hay mago que puede atisbar cuál es el impacto de esta medida, o de cualquier otra que desconozcamos, hasta que transcurra un tiempo prudencial y aparezcan datos comprobables, a veces muy aproximados. La mayor, o buena parte de estas remesas viene de forma no convencional y circula por ámbitos privados. ¿Qué se esconde detrás de este asunto manipulado desde los EEUU?  Previo a esta baja abrupta, se comentó que El Toque llevaría el precio del dólar a 400 pesos o más…, apreciando el daño que esto provoca sobre todo en los sectores más desfavorecidos, pues influye directamente en los precios de los alimentos que expende el sector privado y cooperativo. Y es indispensable concurrir a él ante la precariedad de la canasta básica normada que subsidia el Estado.  Supuestamente se proponían crear las condiciones, azuzar, instigar para elevar la enorme irritación que existe en algunos sectores populares ante esta situación alimentaria, a la cual se suma la no menor incomodidad que están provocando los dilatados apagones, en un mes con calores extremos. Fecha del objetivo y plan supuesto: 11 de julio, día de las manifestaciones del año 2021. Ahora, ante el abrupto cambio de planes, la trama viene por otro ángulo, porque de lo que sí debemos estar seguros, es que los gobiernos de los EEUU, demócratas o republicanos, y la contrarrevolución de allá y la interna, no cejarán en el propósito de derrotar a la Revolución.

La crisis no la inventan los críticos, es tremendamente cierta y grave porque tiene un efecto directo en una mayoría de la población. La producción de alimentos en el país cayó a niveles tan bajos que prácticamente toda la canasta básica subsidiada que reciben los 11 millones de cubanos debe ser importada. Así y todo, ante la crónica escases de divisas que padece el Estado, esta canasta ha sufrido una merma significativa y el atraso en su distribución es ya una norma. Una inflación galopante con la subsiguiente pérdida de la capacidad de compra de los salarios, impiden, -al común de los trabajadores-, una solución alternativa ante los escandalosos precios que tienen alimentos de primera necesidad que ofrece el sector privado y cooperativo. Una parte de la población no consume en cantidad y calidad los víveres acostumbrados previo a la crisis. Un ejemplo: El alimento de primer orden de los cubanos es el arroz. Se consume a diario. Una libra de “la canasta” cuesta entre 7 y 10 pesos según calidad, y aunque llegue toda la cantidad “normada”, nunca es suficiente.  Por otra parte, el arroz del privado, cooperativa o Mipymes, cuesta entre 180 y 240 pesos. En estos momentos, el Estado ha publicado un listado de alimentos de primera necesidad con precios “topados” de obligatorio cumplimiento. Un ejemplo: El arroz a 140 pesos la libra. Es muy reciente la medida, aún está por verse el cumplimiento de tal directriz.

Por otra parte, y como componente sustancial de la misma, la crisis es grave por la carencia ya crónica de energía eléctrica, el otro sector sensible y de mayor impacto cotidiano en la calidad de vida de los cubanos. En los momentos de escribir estas notas, una ola de calor azota a la isla.  Pasar toda una noche con una magra comida y a oscuras en un barrio popular en algún suburbio de cualquier ciudad, donde hasta permaneciendo quieto se suda a chorros…, es caldo de cultivo para cualquier reacción o estimula a gritar a los cuatro vientos el drama que para el común de los cubanos no tiene visos de solución inmediata. El nivel de tolerancia ante estos apremios es bajo comparado a realidades más duras que se viven en villorrios y poblaciones populares de nuestra América. En estos días, en las horas de mayor demanda de energía, no se puede cubrir el consumo necesario del país en alrededor de un tercio del total. Mas menos mil Mega Watt de déficit de un poco más de tres mil MW de demanda.  Hay condiciones estructurales de tal incapacidad:  Gigantescas industrias de energía eléctrica envejecidas que entran en paro por averías, que, mediante grandes esfuerzos e inversiones, logran en días volver a generar. A otras les es necesario e imprescindible un mantenimiento normado y salen de circulación por periodos establecidos. Además, existe un moderno complejo sistema interconectado de motores generadores instalados en todo el país -le nombran generación distribuida- que funcionan con diésel o fluir oíl; este sistema en ocasiones o carecen de dicho combustible, o les llega intermitente. Las ultimas protestas populares pacificas del 17 de marzo recién pasado en Santiago de Cuba, y una en Matanzas, tuvieron origen en los continuados apagones. Se conoce por la propia población que en provincias y zonas apartadas sufren con mayor rigor los apagones que en la capital. La dirección de este ministerio, asegura que la distribución de los apagones parciales es equitativa para todo el territorio nacional, y a la vez mantiene un parte diario del estado de la producción de energía del país que se transmite por todos los medios de información. En vivo se informan las contingencias que viven estas colosales generadoras con sus trabajadores en plenas faenas.  Las autoridades reconocen el particular escenario de estas semanas, con las olas de calor que incrementan la demanda agregando mayor tensión al sistema energético nacional.

Algunas explicaciones de causas.

¿Por qué se ha llegado hasta aquí? ¿Por qué hoy es más crítica la situación si el bloqueo tiene casi la edad de la Revolución?  La matriz de opiniones impuesta desde los EEUU es fatal e inamovible, y toda su red de información por agencias y redes sociales -financiadas por ellos- con sede en ese país, son categóricos: El bloqueo es una justificación para engañar a los cubanos. Es un invento de los comunistas para justificar su ineficiencia. Para ellos las limitadas concesiones de venta de algunos alimentos desde los EEUU en durísimas condiciones de pago y comercio, es dato suficiente para desmontar el bloqueo, junto a las escasas licencias que emite el gobierno autorizando visitas a Cuba de algunas organizaciones humanitarias o científicas. No reconocer el drama que provoca EEUU a la isla, es parte de una verdadera guerra mediática, y ante tal disparidad de poder entre contendientes, no es en este terreno que Cuba ganará este conflicto. No pocos cubanos comunes -en Cuba- han sido convencidos de la inocencia y buena voluntad de los gobernantes norteamericanos.  Y este dato no es baladí.  Es parte de un agotamiento ante una crisis sostenida.

En el año 2019 aunque con modestia, Cuba venia recuperando su economía de manera sostenida. La relativa apertura del turismo desde los EEUU con sus cruceros y visitas dirigidas de estadounidenses, (Por Obama), sumado al turismo desde otros diversos destinos, llegaron a Cuba más de cuatro millones y medio de turistas. El crecimiento de su PIB venia en ascenso, y se contaba con un mercado externo de exportaciones cubanas, y diversas instituciones financieras le otorgaban créditos al país. De diversos Estados “hermanos” se contaba con un suministro constante de combustible. La entrada de divisas aseguraba un mercado cambiario estable y legal. Existía una capacidad de compra y venta del mercado cambiario. Con una adecuada relación entre e oferta y demanda, la inflación era pequeña. Este cuadro permitía una retroalimentación hacia mayores procesos productivos en el país con más fondos exportables. Se logró así una relativa estabilidad. Aunque no todo era color rosa. El país se encontraba -y se encuentra- en medio de su Plan Nacional de desarrollo hasta el año 2030. Proceso de reorganización, con permanentes distorsiones, de un proyecto económico aún en ciernes. Ver Entrevista de Ignacio Ramonet al Presidente Miguel Díaz Canel. En Suplemento de Granma. 15 de mayo 2024.

Dos elementos pusieron un abrupto y brutal freno a este proceso de recuperación de la economía cubana: Trump y la COVID 19. El presidente de los EEUU fue el primero de estos sucesos en el segundo semestre del 2019, y la pandemia lo hace en plenitud en el 2020. Ésta tensionó al mundo, y mientras muchos otros países desesperaban con sus cadáveres en las calles, Cuba, con un altísimo costo puso todos sus recursos económicos y profesionales en esta batalla de salvar la vida de sus ciudadanos. La industria científica tempranamente ideada por Fidel con su Sistema de Salud, ganaron esa batalla. Obtener salud gratuita y de calidad es un derecho constitucional de cada cubano. Hoy no todos ellos tienen esa conciencia ni valoran lo sucedido. No pocos cubanos ya lo olvidaron. Y no debe tomarse como una inconsciente ingratitud, es que simplemente todos los que han protestado y pueden protestar en el futuro, no tienen ninguna contradicción, fueron salvados por la Revolución y esto  es absolutamente normal en la conciencia profunda que tiene cada cubano.

El ex presidente Trump en ese segundo semestre aplicó 240 nuevas medidas contra Cuba. Bloqueo recrudecido le llaman desde aquí.  La lista es extensa e irrepetible para este comentario. Se resume en que se trató y hasta hoy se empeñan en impedir, frenar, cortar, censurar, amedrentar, entorpecer toda vía que Cuba empleaba para lograr vivir, recuperarse como lo expuesto en párrafo anterior. Se cortaron de golpe todas las fuentes de ingreso de divisas al país. Impedir el turismo europeo y canadiense, desaparece el norteamericano. Cerca de cien financieras internacionales cortaron sus vínculos con Cuba. Trump cortó de cuajo las remesas, aunque los cubanos siguen inventando cono hacerlo. Presionó a navieras y países suministradores de petróleo y diésel.  La guinda del pastel de Trump para Cuba: Enero 2020. Pocos días antes de abandonar la Casa Blanca la incluyó en la lista de países patrocinadores del terrorismo. Esa sí es una de las medidas más canalla, cruel e injustas que tiene un claro fin político. Muy pocos en este planeta se atreven a financiar algo a Cuba so pena de las millonarias multas puestas por los EEUU.  Y el que lo hace es una operación de inteligencia ultra secreta. Cuba es el único país que vive   con la cuenta corriente, la caja chica, lo que entra diario es lo que se puede gastar entre las ciento de prioridades que tiene la vida de un país.

Es así como Cuba cae en una crisis grave de la cual aún no puede salir. ¿Cuánto de esto puede ser cambiado por las propuestas de algunos economistas del patio? Así las cosas, llegamos a los dos ejemplos de inicio de este comentario. Si hubiésemos visto todos los rubros y escenarios que expresan la situación de crisis, este articulo sería un mamotreto ilegible. En fin…, no hay combustible, o es escaso -para determinado sector de la población- al igual que la comida. A cualquier cubano, y no es exageración, se los puede escuchar reclamando en lugares públicos donde sufre y expresa su indignación por los precios escandalosos o el transporte que espera por horas, nunca culpara a los EEUU, el culpable es el gobierno, los comunistas, el presidente.   Hemos visto provocadores pagados haciendo discursos francamente contrarrevolucionarios en alguna atestada guagua del transporte colectivo.  ¿En algún momento habrá que llegar a formar piquetes, patrullas de revolucionarios que garanticen la tranquilidad de un país eternamente en paz y seguro?

Una mirada en perspectiva inmediata.

En estos días el presidente dio una extensa entrevista a Ignacio Ramonet. De gran y positivo impacto en el exterior y en los revolucionarios cubanos y extranjeros. Lo menos logrado, en nuestra opinión, fue el no haber sido explicito en las medidas a tomar dentro del Plan de Estabilización Macroeconómica que se prolongará hasta el 2030.  Están claras las áreas por donde atacar a la crisis y lograr los necesarios equilibrios macroeconómicos: Inflación, mercado cambiario con la tasa de cambio, (la paralela fijada hoy desde los EEUU) las políticas monetarias y fiscal, los incentivos para estimular la producción nacional y las exportaciones, salario, empleo, pensiones, etc., así como determinar políticas del uso de los recursos del estado, el papel de la empresa estatal y del resto de los otros actores económicos. Por ahora sólo son los títulos, el asunto es qué hacer en cada uno de estos rubros o sectores de la economía. Tenemos unos pocos ejemplos recientes: Hubo un aumento significativo del precio centralizado de los tabacos y del combustible para todo el país. Un limitado intento para reducir el exceso de circulante, una de las causas de la inflación. Un riguroso reordenamiento del sistema impositivo tributario a todos los sectores de la economía está en curso. No obstante, el Presidente entra por otros caminos…, a manera de una tarea recién descubierta, lo dice como una interrogante: ¿Cómo estimular la producción nacional, para ganar autonomía económica, satisfacer necesidades internas, y que este mercado se convierta en fuente de desarrollo? (Ver entrevista de Ramonet) El presidente no se responde aludiendo a insumos importados o inyecciones de recursos del exterior para la necesaria producción de alimentos. El precisa, explica una experiencia inédita. En las cotidianas visitas que realiza al terreno en disimiles lugares de la geografía nacional, -ya convertido en un estilo de trabajo del gobierno a todos los niveles-, se ha encontrado con nichos de productividad en el agro en precisos municipios del país. Existen y ha descubierto exitosos programas de autoabastecimiento local. En fin, la conclusión: Esta experiencia es la que debe llegar y lograrse en todo el país hasta conseguir la Soberanía Alimentaria de Cuba. Es a la inversa de lo acostumbrado. Ahora es de lo local llevarlo hasta la nación. Es novedoso y ya crea suspicacias. No habló, de numerosas inversiones y nuevos negocios que vienen desarrollándose resultado de una intensa actividad de relaciones internacionales en los últimos tiempos.  (Entrevista de Ignacio Ramonet al Presidente Miguel Díaz Canel. En Suplemento de Granma. 15 de mayo 2024).

La solución al asunto de la energía eléctrica está más claro. Existe una fuerte inyección de paneles fotovoltaicos desde China, el plan es lograr en dos años y de manera paulatina, hasta 2 mil mega watt de energía renovable. Esto más las capacidades instaladas lograrán satisfacer la demanda en el próximo año. El suministro de petróleo desde Rusia, noticia publica, parece ser estable. Las colas para gasolina o diésel ya son menos terribles.  El aumento de la producción de crudo (pesado) cubano de nuevos yacimientos en explotación, y su posterior exportación, determinará mayor capacidad de compra para reparar y mantener las viejas generadoras y los nuevos sistemas de motores de la generación distribuida en todo el país. Al más largo plazo, predominará la generación de energía limpia no contaminante.  En lo inmediato se hacen ingentes esfuerzos por recuperar las mega instalaciones averiadas, se contaría con el combustible necesario para la generación distribuida.  Cubrir la demanda para las vacaciones en el caluroso julio y agosto es el propósito. Apagar lo mínimo indispensable o simplemente satisfacer toda la demanda de energía del país. En los apagones la contrarrevolución encuentra uno de sus principales argumentos para la insubordinación.

Es imposible ser categóricos, no obstante, creemos que la contrarrevolución ante situaciones de escases de alimentos y apagones no resueltos, podría otra vez salir a las calles en sitios puntuales de las grandes ciudades. Necesitan solo el motivo al no tener programa ni proyecto, ni poseer organización ni estructuras locales organizadas. Son determinados sectores populares que, en sus territorios, por vínculos de vecindad, organizan bloqueos de vías y desordenes en las calles. Los influencer de Miami azuzaran a sus seguidores vía redes. El Gobierno, los gobiernos locales, las organizaciones de masas, principalmente los sindicatos, como en otras oportunidades estarán listas para defender la paz y la calma en nuestras calles, una más de las conquistas de la Revolución.  La policía sin complejos y sin costosos trajes de protección, sin armas de gases, ni escopetas, ni tanquetas antidisturbios lanza gases y aguas contaminadas, de ser el caso, otra vez saldrán a defender a la Revolución. Esta muy lejos la contrarrevolución de amenazas que obliguen al empleo de las FFAA.

Luis Rojas.

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